Pueden existir varios caminos dentro de las elecciones que puede hacer un DT a la hora de decidir como plasmar su equipo en una cancha, pero hay aspectos que no deben admitir margen de duda, y sobre todo, no deben generar conflictos en el jugador. Y uno de esos conceptos básicos es el mensaje, la captación de lo que dice el entrenador para el jugador.
Dentro de este análisis hay un técnico de fútbol que aunque tenga aspectos que se pueden debatir o entablarnos en largas discusiones, hay algo que no admite discusión; el convencimiento que sienten la gran mayoría de jugadores por lo que les pide y ordena Marcelo Bielsa. Por algún motivo u otro, con él se da a menudo y de modo claro esta circunstancia. Citando lo que fue ahora este duelo a dos partidos ante el Manchester United, se logró observar una oncena afianzada bajo el concepto del estilo Bielsa. Confieso que llevo muchos años viendo al United jugar varios torneos tanto a nivel local en la Premier como en la Champions League y ahora en la Europa League, y no recuerdo una ocasión en la que haya sido batido en ambos partidos de modo tan lapidario. Un equipo que viaja unido, que entiende el concepto de la solidaridad al pie de la letra. Estilos de el DT argentino claros: pressing alto con superioridad numérica sobre el rival acorde a la zona donde transite el balón, desdoble de los volantes para llegar a instancias ofensivas claves, Llorente jamás luce aislado. Susaeta, un volante que comprende a la perfección cuando debe ponerse el uniforme de obrero y cuando el de violinista, dependiendo de lo que la jugada pida.
Ha logrado que su línea media sepa manejar un volumen de juego idóneo a lo que su juego por las bandas necesita, Muniain es aquel hombre que "flota" en esa media generando el juego interior que deriva en un juego exterior claro y sobre todo profundo, con resoluciones a lo que el juego crea. Más atrás tiene a un Javi Martínez que en sus pies allana el camino libre de la salida, lo simplifica, viabiliza el nexo entre las líneas. Es un conjunto que no conoce lo estático, se basa en la dinámica sin balón para copar zonas defensivas y en ese rápido repliegue buscar su recuperación y con dinámica cuando se lo posee para a través del pase certero y veloz ir encontrando los lugares por donde ir haciendo daño, por donde volver letal ese daño que puede generar combinando el toque preciso y la velocidad de sus ejecutantes.
De Marcelo Bielsa hay detalles que en su momento no he compartido, como por ejemplo el no llamado a una de las mejores versiones de Riquelme, en el 2002, ya que no "encajaba" en su idea táctica (dicho por el) o nunca confiar en la dupla Batistuta - Crespo, pedida por todos, ya que en su esquema no se jugaba con dos "9" según él. Es decir, Bielsa no se adapta a lo que mejor tiene, él busca que todos se adapten a su idea. Si no estás cerca de darle lo que él pide, pues no es probable que cuente contigo. Al menos en los ejemplos que cité se dio esta situación. Muere en su esquema, en sus principios tácticos, tenga lo que tenga como materia prima. Esos extremos pueden ser tanto perjudiciales como beneficiosos. Depende del lugar e instancia.
Hay algo que no admite discusiones: este Athletic de Bilbao sabe a que juega, sabe a que sostenerse. Sueña, y sueña desde la confianza. Esa confianza por su DT, ese mensaje que llega, ese mensaje que convence.
Abrazo amigos, los dejo con una frase que Marcelo Bielsa pronunció hace poco en uno de sus discursos: "Lo posible ya está hecho. Lo imposible lo estamos haciendo. Para los milagros necesitamos tiempo".
Por David Aguirre Ramirez.
@davidaguirre1
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