Donde están los herederos de Puskas, Mulleer, Quini,
Santillana, Hugo Sánchez, Romario, Zamorano… etc. y otros tantos grandes
rematadores, maestros del escorzo, capaces de impactar el balón en posiciones
inverosímiles, dirigiendo la pelota a la red con precisión, eran los encargados
de culminar el trabajo de un equipo, o en otros casos aprovechar esos escasos
balones que llegaban en sus inmediaciones para desequilibrar un partido y sacar
oro donde no la había.
Era
tanta la clase que atesoraban estos jugadores que no necesitaban de un gran
físico, tanto en envergadura, como en potencia y velocidad, para desplegar su
arte, lo prueba que dejaron el fútbol ya mayores, cuando el físico que nunca
les hizo falta, les abandono totalmente.
Hoy
en día el arte del remate y los grandes rematadores han desaparecido, bajo mi
punto de vista, creo que son varias las causas:
En
primer lugar, como siempre digo, ha desaparecido el fútbol de la calle, con
ello la habilidad, astucia, engaño, regate (como dijimos en otras notas) y por
supuesto “el rematador”. Esos partidos incansables de barrio, de cuatro contra
cuatro, donde por el amontonamiento de rivales y compañeros era casi imposible
marcar gol (Regla no escrita, prohibido tirar a gol de lejos) había que meter
la pierna, la cabeza o lo que sea para hacer un remate, en una posición
inverosímil, casi circense, con lo que se conseguía una destreza en equilibrar
el cuerpo para adquirir la posición correcta y ejecutar el remate. Todo esto
con zapatillas totalmente gastadas, curtidas de mil batallas. Laureano en la
Escuela no permitía a los pequeños usar botas con tacos, precisamente para
esto, para adquirir agilidad, dominio del cuerpo y estabilidad suficiente que
te permita realizar de forma eficaz el pase, chut, o remate, con el cuerpo
perfectamente equilibrado (Zidane es de admirar la plasticidad de sus gestos
técnicos, para enseñar a los chicos).
En
segundo lugar creo que no hay maestros que “pierdan tiempo” en entrenar de
forma adecuada el remate. También es verdad que desconocen el método de
enseñanza. Primero quiero decir que hay una edad para en señar el remate, bien
es verdad que los gestos técnicos deben enseñarse de niños, pero como gesto
técnico, dentro del aprendizaje de habilidades con balón, no enseñar como gesto
táctico de finalizar jugada, remate a portería. PRIMERO ENSEÑAR A JUGAR, saber
llegar a posiciones de remate y finalmente enseñar a rematar, para que enseñar
el remate si no sabemos como llegar a la portería. Primero el asado, luego los
postres y guindas.
Hay
que distinguir entre el juego de cabeza y el juego aéreo, llamamos juego aéreo
a los controles de balones altos, con todas las superficies de contacto y a los
golpeos de: volea, semivolea, chilena, tijera, escorpión, golpeos antes durante
y después del bote … etc. muy importante saber tomar la distancia y altura del
balón, no dejar que se venga encima del cuerpo, imposible hacer un buen remate;
luego está la altura, en función del golpeo que queremos realizar: impactaremos
en trayectoria ascendente o descendente, golpeando de arriba abajo (más
difícil), o de abajo arriba cuando el balón ya tiene una trayectoria
descendente. También el tiempo que tenemos en función de la distancia donde
está el rival.
Laureano
invento un artilugio que llamamos la “horca”, consiste en tener un balón
suspendido en un mástil con un travesaño horizontal al suelo, (como una horca)
el balón tiene un moviendo pendular y mediante una cuerda se regula la altura
que se modifica según se aproximan para impactar.
Aquí
los chicos aprenden los golpeos con la cabeza de forma individual o de dos en
dos (una vez que ya saben, se hace con un poco de oposición), se inician en la
técnica de la volea, semivolea, chilena ..etc. Correcciones importantes son la posición
de los pies, equilibrio del cuerpo, brazos extendidos y separados, bajar el
tronco para permitir elevar la pierna de golpeo, extensión del empeine…etc. son
movimientos muy complejos pero que los chicos aprenden rápidamente, ahora bien
si lo hacen mal, deben ser corregidos inmediatamente y de forma adecuada. Si se
aprende mal con gestos y vicios en la
posición que luego no se pueden modificar, es peor que no saberlo hacer.
En
tercer lugar, otro aspecto muy importante en la escasez de rematadores, es que
el fútbol actual no se echan en falta, me explico: con las defensas actuales,
en línea y adelantada, la mayoría de los goles se consiguen en un mano a mano
con el portero, a una jugada con defensa y portero desabordados y a a la
desesperada, corriendo hacia su meta. La mayoría de de delanteros se presentan
solos delante del portero sin necesidad de haber realzado una gran jugada
colectiva, regate … etc. Rebasado un defensor, rebasada toda la línea, bien por
una pared o un pase larga a la espalda de los defensores, a ese espacio de 50
metros que hay entre defensores y portero, que lo ocupa el balón y el que más
corra… si es el delantero… gol.
Otro
gran porcentaje de goles se meten de falta directa, ahora todos los equipos
tienen especialistas, ayuda mucho el material de los balones, antes había
equipos de 1ª División que buscaban más el remate que el tiro, por falta de
tiradores. Y otros goles son de estrategia, de remate de cabeza, aquí si
aparecen algunos, hacer mención, como si fuera una isla en el caribe, tenemos a
Falcao, para mi el mejor del momento, pero sin llegar al nivel de los
anteriores.
Las
ausencias de marcajes, marcajes específicos (está mal visto asignar una marca),
defensores en el área y que se quedan mirando el balón que está en banda y
pierden de vista al rematador, al que te va a matar, que finaliza completamente
sólo. Y sobre todo los espacios que quedan a la espalda facilita la llegada al
área y el remate con tiempo y sin grandes oposiciones.
Solo
queda valorar y la cantidad de goles que marcan los delanteros actuales que son
muchos, cifras que nunca llegaron los otros
(eran menos partidos), sin menos preciar a los talentos de hoy, también
tenemos que destacar la gran cantidad de ocasiones que disfrutan y no
convierten por no ser grandes especialistas del remate.
Por Sergio Fernandez Sobrino.
@fernandez_sobri