Los equipos se construyen de diversas formas. Obvio, con
ideas ante todo. Los perfiles de los conjuntos van de la mano de las
características de los jugadores y de la idea base que el D.T. tenga en su mente.
Pero dentro de todo un sinnúmero de reflexiones que conllevan un análisis de
determinado cuadro, hay valores o circunstancias que no pueden estar ausentes
de todo equipo que se llame conjunto. Y eso, justamente, son los conceptos que
siempre se requiere ver e implementar por parte de los protagonistas en la
cancha. Y en el banquillo.
Una de las máximas del fútbol es el pase. Y que quede
claro: tocar el balón hacia un compañero no es un tema estético, es
una necesidad del juego. Así como el carro necesita del motor, los equipos
necesitan del pase para construirse, para tener volumen, para ir hallando un
sentido futbolístico bajo el cual ampararse. Me resulta curioso escuchar "ese
equipo realiza toques intrascendentes" . ¿Intrascendentes? Se me ocurre
que pueden haber pases más o menos importantes uno del otro pero
nunca un pase inútil. Cuando le entregas el balón al pie a un compañero
tuyo vas generando algo, en tu equipo y en el rival, ya sea un espacio,
una asociación, provocar un error en el contrario, ganar confianza con el
balón. Tener una buena posesión no sólo es un tema futbolístico en si
también es un tema anímico, un estímulo propio y jugar bien estimula,
anima a más, y esas sensaciones se empiezan a dar cuando a partir del
pase, de ese concepto de saber agruparse o alejarse en torno al balón cuando la
jugada lo requiera, es un elemento vital.
Otro argumento es la famosa verticalidad. "Hinchas y
periodistas que piden ser más rápidos en el toque hacia adelante y de
modo frontal." Se razona realmente el fondo de ese argumento?" Ángel
Cappa, siempre profundo en sus análisis, señala. "El fútbol directo es el más
indirecto por previsible" . Muy cierto. Y aquí justamente entra en valoración
lo que he podido percibir en Barcelona SC . Se intenta jugar frontal y cada vez
peor: se saltan líneas de progreso en el pase, en pos de seguro de
llegar "más pronto" . "Se piensa en el modo en que se llega"
Xabi Alonso detalla claramente. "El tema no es llegar más rápido al área sino
saber llegar mejor". Es claro, Perlaza, Campos o Erazo tiran el
balón 50 o 60 metros bajo la idea de llegar antes a zona
ofensiva. Hay una norma básica: el que está de frente a la acción tiene
las de ganar, hasta por posicionamiento y en este caso son los back contrarios
los beneficiados. En el mejor de los casos, la bola llega
al área rival pero sin ser una acción clara o bien trabajada y sus
opciones de derivar en gol por lógica pura van en descenso. Con
una agravante de por medio, Costas no corregía este notorio error. El DT
campeón amarillo 2012, que por supuesto tuvo sus méritos en aquel año, me
da la impresión que en esa tarea tuvo ciertos vacíos o cierto yerro. Y señalo
esto porque un error puede suceder una o dos veces pero ya verlo de modo
reiterado marca o define que ahí existe un patrón, una tendencia. O es eso
o el jugador lo desobedece en la cancha, y ese segundo juicio en jugadores
profesionales me cuesta creerlo o aceptarlo.
Barcelona S.C. tiene los jugadores para ampararse en el
pase, para tener otra estructura de juego. Pueden haber diversos modelos de
juego, pero el pase es una obligación. No es algo que se pueda omitir o
saltar en la escala de valores de los conceptos que deben estar
presentes en una cancha. Si en un equipo hay jugadores del perfil de M.
Oyola, Vargas, MJ Quiñonez, Matamoros, Erazo, Campos, Medina, Franzoia, creo
que hay un material humano capaz de saber cómo generar juego a raíz del
toque, del pase.
No me agrada escribir cosas biográficas ni es mi fin,
pero jugando y entrenando este año en Patria, el torneo profesional
de Segunda Categoría, he empezado a percibir detalles que he marcado en esta
nota y fundamentalmente uno: NO hay toque intrascendente, nunca. Puede haber
mayor o menor intensidad en determinado momento o zona, pero nunca
un toque sin gravitancia. La jugada que inicia por derecha puede acabar en
la izquierda generando espacios en el centro, un toque genera una seguidilla de
10 o 12 toques consecutivos, lograr unir líneas, formarse y juntarse
en torno al balón, alimentar la esperanza de hallar una jugada individual
o colectiva, tener superioridad numérica y posicional, todo, todo eso y
más, se deriva de tener el balón. Ese argumento y esencia irrefutable en
el fútbol. Esa esencia a la que debe acudir BSC.
Por David Aguirre Ramirez.
@davidaguirre1