Admiramos el juego de los grandes jugadores, verles
desplegar su juego durante los partidos provoca una catarata de elogios por
parte de los aficionados, críticos, técnicos y “entrenadores”. Parece que se
desata una competición sobre quien dice o descubre una faceta de su juego que
los otros no son capaces de ver, esto entre los aficionados es normal, pero oír
a los entendidos decir que Messi tiene gol, pase, regate, lo mismo de
Cristiano, que Iniesta tiene un gran sentido del juego, lo mismo de los Xavi,
Busques, etc, no tiene merito eso es capaz de verlo mi hermana que es peluquera
y no le gusta el fútbol, a los buenos, a los que saben los ven todos.
Hay
una inclinación por parte de los “entrenadores” a descubrir talentos en la
base, o características que “nadie ve” de los ya consagrados, como si en ello
les fuera su prestigio (un prestigio que aún no tienen). En la cantera del Real
Madrid hubo un momento que cada entrenador promocionaba a aquellos jugadores
que ellos crían podían llegar, “mi jugador”, llegó Del Bosque pegó un golpe de
timón y pasaron a ser jugadores del Real Madrid y no sus técnicos. Es entonces
cuando empiezan aparecer jugadores de todo tipo, los buenos y los otros.
Detrás
de cada gran jugador siempre hay “otro”, otro que el aficionado no ve, o no
valora de forma suficiente, tampoco lo valoran los críticos y “entrenadores”,
los técnicos si porque saben que sin ellos el puzzle no sale y la figura no es
tanta figura, son jugadores de equipo, con los que arma el equipo. Un crack
cambia de equipo y no funciona, no ficharon a “los otros” escuderos.
Platini en la selección estaba acompañado
de Luis Fernández, Lario, etc, Cruyff en su etapa del Barça estaba arropado por
Juan Carlos y Neskens (hubo que quitar a Sotil, gran jugador para meter a este
último). En Italia el binomio Pirlo-Gatusso, incluso y mas a mas para entender
la función de los “otros” en el famoso gol de Maradona a Inglaterra, este
arranca con el balón va sorteando contrarios uno a uno, los demás rivales no le
enciman porque van pendientes de los acompañantes del Crack, pensando en la
lógica del juego y en algún momento le pasará la pelota a Valdano, ya dentro
del área siguen temiendo mas el pase que en como terminó la jugada, pensad en
esa jugada sin los apoyos y desmarques de los acompañantes de Maradona.
Ante esto, mi gran admiración a los
Mauro Silva, Donato, Senna, Batista, Lass Diarra, Busquets, Javi Martínez y
tantos y tantos jugadores que nunca destacaron y son los cooperadores
necesarios, para el lucimiento y poder desarrollar el gran fútbol que tienen
los cracks.
“Los otros” son jugadores con
oficio, han aprendido ha jugar y saben jugar, moverse por el campo, ocupar el
campo, saben estar. Son jugadores que les enseñaron el oficio como se le enseña
a un carpintero, fontanero o cualquier otro profesional, aprendieron el futbol
que pocos son capaces de ver, que no resuelve el partido pero ayuda a ganarlo o
perderlo. Estos “ los otros” aprendieron como
se marca: delante, detrás, dentro por fuera. Cuando realizar la entrada, elegir el momento justo para no ser
rebasado, como realizarla ofreciendo
la salida para el lado que tengo ayuda o ventaja, entrar o replegarme, en fin saben recuperar pelotas, no todos los
jugadores roban ni tienen la capacidad, tesón y agresividad para hacerse con el
balón, es mas son muy pocos los jugadores con esta capacidad y nada valorada en
la base, indispensable para atacar y que destaquen las figuras. Siempre se
habla de la ocupación racional del terreno de juego, estos jugadores equilibran
los equipos, ocupan los espacios saben cuando
replegarse o salir a por el poseedor, como
replegarse: siguiendo al suyo, tapando a un rival libre, en diagonal o
línea recta, a donde replegarse.
Ocupan el espacio evitando el pase (acción del marcaje, el poseedor ve al
compañero marcado desiste de la opción de pase), tapando líneas de pase, con su presencia y ubicación interfieren en
el ataque rival llevándoles a lugares poco eficaces y más fácil de defender y
recuperar el balón. Realizan “faltas tácticas” en el momento y lugar adecuados
(nosotros no somos partidarios, no lo enseñamos, es mejor robar la pelota y
organizar el contraataque), es el fiel escudero siempre atento a la ayuda del
compañero, bien colocado haciendo coberturas permanentemente, tiene la facultad
de ver como y por donde le entra el compañero, para luego “cazarle” a la salida
del regate.
Una vez recuperado el balón, saben
dar velocidad o pausa al juego, dar el pase al compañero mejor colocado y en el
momento oportuno, nunca antes, ven con facilidad si el pase es al pie, a la
espalda del rival, corto, largo. Aprendieron a leer el partido, elegir el
compañero mejor ubicado, de las jugadas posibles optar por la mejor.
Todas estas cuestiones y muchas más,
son enseñadas y aprendidas por jugadores que no necesitan de grandes
cualidades, solo una gran afición y buenos maestros. Luego llegar ya cuesta mas
porque son jugadores que no “los ven” son más apreciados por su ausencia que
por su presencia, sin ellos el equipo es otro, defiende mal y ataca peor y poco
(lo uno es consecuencia de lo otro), pero se dice hoy no hemos jugado bien, no
porque no estaba este tipo de jugador “invisible”, sin embargo si no esta el
crack, todos le echan en falta, ya no te digo si el resultado es adverso. Por
ejemplo en el Barça no se valora suficiente la baja de Puyol, si la comparas
con la de Iniesta (ver resultados de partidos). La 1ª Eurocopa que gana España
Senna fue el ejemplo de lo que comentamos, no fue convocado al Mundial (por
cierto el mejor juego acá de Riquelme y
destape de Forlán fue con él, coincidencia).
Que
el publico, aficionado no los destaquen es normal, ahora bien los críticos y
“entrenadores” nunca expliquen el resultado en función del acierto o error en
la actuación de estos jugadores dice mucho del fútbol que ven, un fútbol por
otra parte sencillo, no científico, el futbol del trabajador, de la calle, el
fútbol que hace jugar a los cracks y da resultados y títulos. En resumen el
juego de “ los otros” los invisibles.
Por Sergio Sobrino.
@davidaguirre1
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