En cada partido entran en contexto muchas circunstancias, vivencias,
emociones y reacciones. Estas características se potencian mucho más si
hablamos que el partido en disputa es un Clásico. Y en Ecuador ese Clásico es entre Barcelona y
Emelec, Emelec y Barcelona. Duelo que se juega a dientes apretados, cerrados,
con mucha pierna y corazón de por medio. Y el partido disputado ayer no podía
ser la excepción. Se presenció eso y además se vio un juego con mucho
contenido futbolístico.
Costas cada vez conoce más su equipo, es consciente de sus virtudes y de ciertos defectos que aún tiene. En contrapartida, Quinteros está en ese proceso, en esa búsqueda que le permita dar con los mecanismos más adecuados para explotar a su conjunto. Conocido esto, Emelec planteó el partido del mejor modo que podía: tratar de jugar en campo rival , pressing alto con un Giménez con mucho derroche físico (jugando de doble 5 se ve en esa obligación cuando están sin pelota) y Emelec se aprovechaba de ciertos yerros en la salida desde el fondo de BSC y aplicaba el contragolpe en esas falencias. Por el otro lado un Barcelona que por más que implemente línea de 5 en lo defensivo tiene volantes capaces de generar continuamente riesgo, altamente técnicos y desnivelantes en el mano a mano. Quienes eran? D. Diaz y M.J. Quiñonez. Ayer pese a no contar con las continuas trepadas de De La Torre y R. Oyola (más preocupados por Valencia y Mondaini) intentaron conectarse con Mina y si aquello no se daba buscaban pisar el área llegando desde atrás.
Visto esto que detallo se dio el partido que podía darse: abierto, con ambos buscando llegadas, errores propiciados por la marca de los ofensivos, paridad total. Arrancaron parejos en el primer tiempo, luego Emelec encontró un mejor sentido a su posesión y ya finalmente en ese tiempo Barcelona encontró en su mediocampo a los encargados de desnivelar. Apenas y faltó el gol en ese tiempo porque oportunidades claras hubo de lado y lado en una suma de virtudes y defectos pero siempre con el afán ofensivo.
El talento no pide permiso, va y pasa. Va y se muestra. Va y construye, reafirma la siempre válida teoría de que el hombre está por encima del sistema, en la vida y en el fútbol. Y vaya que si que tiene talento Barcelona en su mediocampo, eso le sobra. Acudió a Michael Arroyo el segundo tiempo y sin tener tanto tiempo u ocasiones de entrar en contacto con la pelota, cada vez que lo hizo mostró su habilidad y su calidad. Y que decir de Díaz, sus jugadas y goles hablan por el, no sabe marcar goles, marca golazos. Dos partidos a semana seguida y tres golazos, antes una chilena ante Técnico Universitario. En nuestro medio es un jugador que marca diferencias, tiene un ingenio no común de observar aquí. Juega y hace jugar, potencia a quienes lo rodean, es decir, hace mejores a sus compañeros. Y eso es lo que realmente lo hace un notable jugador, el saber que el mejor modo de jugar es hacer que el colectivo mejore y si eso no sucede asumir su importancia individual y desnivelar, continuamente crear. Díaz, ese jugador que se ha metido en el corazón del hincha amarillo a fuerza de fútbol.
Vimos algo menos de 30 minutos al trío M. Oyola - Arroyo y Díaz. Bastó y sobró para saber que si se juntan esos 3 siempre podrá acudir a la pelota Barcelona, que siempre tendrá quienes la protejan, la cuiden, que sepan que se gana con ella como esencia básica y algo innegable: que ellos lo pueden proveer de imaginación. y en el fútbol eso no es poco. La fuerza del plantel, la calidad de sus integrantes, el manejo de un DT que sabe a que jugar , armas a las que acuden los amarillos en pos del campeonato. Veremos si le alcanza, por ahora van a paso firme y sólidos. Los dejo amigos con una frase del inolvidable Dante Panzeri "El único dibujo valedero del fútbol es el que se traza con la pelota: nunca el que se hace con la tiza".
Costas cada vez conoce más su equipo, es consciente de sus virtudes y de ciertos defectos que aún tiene. En contrapartida, Quinteros está en ese proceso, en esa búsqueda que le permita dar con los mecanismos más adecuados para explotar a su conjunto. Conocido esto, Emelec planteó el partido del mejor modo que podía: tratar de jugar en campo rival , pressing alto con un Giménez con mucho derroche físico (jugando de doble 5 se ve en esa obligación cuando están sin pelota) y Emelec se aprovechaba de ciertos yerros en la salida desde el fondo de BSC y aplicaba el contragolpe en esas falencias. Por el otro lado un Barcelona que por más que implemente línea de 5 en lo defensivo tiene volantes capaces de generar continuamente riesgo, altamente técnicos y desnivelantes en el mano a mano. Quienes eran? D. Diaz y M.J. Quiñonez. Ayer pese a no contar con las continuas trepadas de De La Torre y R. Oyola (más preocupados por Valencia y Mondaini) intentaron conectarse con Mina y si aquello no se daba buscaban pisar el área llegando desde atrás.
Visto esto que detallo se dio el partido que podía darse: abierto, con ambos buscando llegadas, errores propiciados por la marca de los ofensivos, paridad total. Arrancaron parejos en el primer tiempo, luego Emelec encontró un mejor sentido a su posesión y ya finalmente en ese tiempo Barcelona encontró en su mediocampo a los encargados de desnivelar. Apenas y faltó el gol en ese tiempo porque oportunidades claras hubo de lado y lado en una suma de virtudes y defectos pero siempre con el afán ofensivo.
El talento no pide permiso, va y pasa. Va y se muestra. Va y construye, reafirma la siempre válida teoría de que el hombre está por encima del sistema, en la vida y en el fútbol. Y vaya que si que tiene talento Barcelona en su mediocampo, eso le sobra. Acudió a Michael Arroyo el segundo tiempo y sin tener tanto tiempo u ocasiones de entrar en contacto con la pelota, cada vez que lo hizo mostró su habilidad y su calidad. Y que decir de Díaz, sus jugadas y goles hablan por el, no sabe marcar goles, marca golazos. Dos partidos a semana seguida y tres golazos, antes una chilena ante Técnico Universitario. En nuestro medio es un jugador que marca diferencias, tiene un ingenio no común de observar aquí. Juega y hace jugar, potencia a quienes lo rodean, es decir, hace mejores a sus compañeros. Y eso es lo que realmente lo hace un notable jugador, el saber que el mejor modo de jugar es hacer que el colectivo mejore y si eso no sucede asumir su importancia individual y desnivelar, continuamente crear. Díaz, ese jugador que se ha metido en el corazón del hincha amarillo a fuerza de fútbol.
Vimos algo menos de 30 minutos al trío M. Oyola - Arroyo y Díaz. Bastó y sobró para saber que si se juntan esos 3 siempre podrá acudir a la pelota Barcelona, que siempre tendrá quienes la protejan, la cuiden, que sepan que se gana con ella como esencia básica y algo innegable: que ellos lo pueden proveer de imaginación. y en el fútbol eso no es poco. La fuerza del plantel, la calidad de sus integrantes, el manejo de un DT que sabe a que jugar , armas a las que acuden los amarillos en pos del campeonato. Veremos si le alcanza, por ahora van a paso firme y sólidos. Los dejo amigos con una frase del inolvidable Dante Panzeri "El único dibujo valedero del fútbol es el que se traza con la pelota: nunca el que se hace con la tiza".
Por David Aguirre Ramirez.
@davidaguirre1
No hay comentarios:
Publicar un comentario