"Quien
no espera vencer ya esta vencido" reza un conocido y viejo refrán.
Aplicable para la vida, y como el fútbol tiene tanto de la vida también
hay lógica para usarlo en este maravilloso deporte. Barcelona planteaba ante
Liga de Quito un claro esquema de 3-5-2 con la pelota y 5-4-1 a la hora de
defender, con Luguercio atrasado junto a Díaz y Mina como llanero solitario
arriba. Mensaje claro: No quiero perder y lo esperaré bien atrás. Al
ceder tanto la posesión y el terreno se veía mucho más en la obligación de
acudir al esquema con línea de 5 al fondo, no combatía la tenencia rival en
ninguna zona y ante estos beneficios no hay que ser adivinos o eruditos en el
fútbol para saber que haría Liga de Quito: adelantamiento de líneas, triángulo
ofensivo (Manso - Cevallos Jr - Bieler) y Cheme bien abierto por la raya,
promoviendo el desborde vertical o la diagonal cuando podía. Dilema sin
solución para Barcelona en los primeros treinta minutos del partido. Feo el
panorama hasta ahí para ellos.
En esa primera media hora acudía Barcelona al pelotazo largo
frontal, dividido. Hay una creencia popularizada, y a la vez muy errada:
"Si la tiro larga es probable que mi delantero la agarre y así estaré mas
cerca del gol" Si el fútbol fuera así de fácil... son muy pocos los
defensores, al menos en nuestro país, que saben colocar un correcto y preciso
pase largo, al vacío, como debería ser. Pregunto, de que vale un pase largo
frontal de 40 metros a la cabeza o pecho de un 9 que está en tres cuartos
de cancha rival y sin punteros para descargar?. En nada, en el mejor de los
casos logra milagrosamente controlarla de pecho encima de una o dos marcas,
girar, gambetear y correr más de 20 metros hasta el arco rival. Vaya tarea. Y a
eso acudía B.S.C., con Mina como víctima.
Recibe
el gol el cuadro amarillo (era cuestión de tiempo ya) y en ese momento, al poco
de reiniciado el juego desde el medio acudió a su primera jugada colectiva,
asociada y en progresión. Saucedo se la cede a Díaz, éste avanza y descarga con
Caicedo que llegaba desde atrás y remata cerca del arco. Las jugadas dan
sensaciones, muestran posibilidades, y esa acción dejó el sabor a que con algo
de coherencia y sobre todo de animarse a buscar podía encontrar respuestas
valederas en ese fin. Al poco tiempo centro de R. Oyola, bonito cabezazo de
Mina e iguala antes de finalizar el primer tiempo. La pregunta es: Por qué
los equipos, sobre todo de visitantes, deben recibir un gol para animarse
a buscar algo arriba? Por qué hipotecar o poner en riesgo un partido, desde el
score, a la espera de que me anoten? Y hay un agravante si te llamas Barcelona
y haces eso y mas aún cuando queda comprobado que tienes los jugadores para
proponer y ante todo evitar la angustia de cederle balón, posesión y terreno al
rival. Ojo, no desprestigio los mecanismos defensivos y los avalo y la mejora
canaria en eso es notable pero con límites, sin renunciar a buscar complicar al
rival, con alguna respuesta ofensiva, y lo cierto es que Barcelona previo a
recibir el gol era nulo en ese rubro.
En la
segunda etapa, con el clave ingreso de Ayoví, logró profundidad en
cada contraataque, evitó el ascenso de líneas de Liga de Quito,
ya le debatió la posesión con mayor peso en la zona media y ante todo, mostró
que tiene argumentos cuando se decide a tocar y a base de eso encontrar
espacios donde avanzar, que lo puede hacer con relativo éxito. Hasta en la
última jugada del partido tuvo un mano a mano del mismo Ayoví, Saucedo se sumó
ciertas veces en ofensiva al igual que R. Oyola (ambos suelen subir
poco), dio sensaciones de riesgo al rival. Liga de Quito buscaba y tenía
con que, por su calidad del medio campo, pero los dirigidos por Costas, cuando
se pusieron el "chip" de intentar y animarse a atacar dieron una
grata impresión. Sin temor a equivocarme, uno de los mejores partidos
observados en Casablanca en los últimos años, ojalá no sea el último que observemos
así en esa cancha, sobre todo cuando se acordaron del arco rival. Un
gran D.T., uno de los mejores de la historia del fútbol, dijo esta frase que
viene al caso para cerrar el artículo: "No
hay nada mas arriesgado que no arriesgarse" (Pep Guardiola).
Por David Aguirre Ramirez.
@davidaguirre1
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